El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha decidido, por unanimidad, no analizar la operación de compra del grupo escocés Scottish Power por parte de Iberdrola, al entender que ésta operación tiene dimensión comunitaria y es a Bruselas a quien compete autorizar o no esta compra. Endesa había pedido que el organismo analizara la OPA argumentando que Iberdrola es una de las siete mayores compañías energéticas de la península y, por consiguiente, la operación afectará a todo el sistema nacional; pero la CNE no ha atendido a sus razones y, finalmente, ésta será arbitrada sólo por la Comisión Europea.
En una reunión maratoniana, que se prolongó hasta pasada la medianoche, los nueve miembros del consejo acordaron que no es necesario aplicar a la compra de la compañía británica la denominada Función 14, que faculta al regulador para estudiar aquellas operaciones que puedan afectar a las actividades reguladas en España.
De esta manera, el organismo que preside María Teresa Costa no atenderá a la petición de Endesa, que pedía que la CNE analizara la operación de la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán y personarse en el expediente.
La CNE llegó a esta conclusión después de estudiar el informe jurídico que solicitaron los consejeros en su última reunión ordinaria de la pasada semana. Miembros de la Comisión y de Iberdrola mantuvieron el pasado 13 de diciembre una reunión de seguimiento en la que estuvo sobre la mesa la compra de Scottish Power por parte de la eléctrica española, aunque sin plantear el hecho de someter o no al regulador la operación.
Desde Iberdrola, consideran que la operación tiene carácter comunitario y han negado en reiteradas ocasiones que tenga que contar con el visto bueno del regulador español, puesto que "se adquiere una compañía con actividades reguladas que no afectan a las de España", tal como dijo Ignacio Sánchez Galán cuando anunció el acuerdo de integración con la compañía escocesa.
El examen del regulador británico
No obstante, la eléctrica con sede en Bilbao tendrá que pasar el examen del órgano homólogo de la CNE en Reino Unido, aunque, según el director de Estrategia y Desarrollo de la eléctrica, José Luis del Valle, el regulador británico "no se pronunciará en términos de competencia, ya que este tema corresponde a la autoridades comunitarias, y sólo tendría que dar su visión sobre las actividades reguladas".
Por su parte, Endesa decidió el pasado miércoles pedir a la CNE que estudiara esta operación y solicitó personarse en el expediente, al considerarse afectada por los activos nucleares que comparte con Iberdrola.Además, la eléctrica que preside Manuel Pizarro considera necesario que la CNE revise esta operación, al entender que Iberdrola desarrolla actividades reguladas y puede adoptar decisiones, derivadas de la adquisición de la compañía británica, que "pongan en riesgo o causen efectos negativos respecto a tales actividades", lo que "podría afectar a la seguridad y calidad del suministro".
En el escrito remitido al regulador, Endesa alude constantemente a las resoluciones alcanzadas por el consejo de administración en expedientes como los de las OPAs de Gas Natural o E.ON, donde la CNE resalta la importancia de asegurar la calidad y seguridad del suministro.
En una reunión maratoniana, que se prolongó hasta pasada la medianoche, los nueve miembros del consejo acordaron que no es necesario aplicar a la compra de la compañía británica la denominada Función 14, que faculta al regulador para estudiar aquellas operaciones que puedan afectar a las actividades reguladas en España.
De esta manera, el organismo que preside María Teresa Costa no atenderá a la petición de Endesa, que pedía que la CNE analizara la operación de la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán y personarse en el expediente.
La CNE llegó a esta conclusión después de estudiar el informe jurídico que solicitaron los consejeros en su última reunión ordinaria de la pasada semana. Miembros de la Comisión y de Iberdrola mantuvieron el pasado 13 de diciembre una reunión de seguimiento en la que estuvo sobre la mesa la compra de Scottish Power por parte de la eléctrica española, aunque sin plantear el hecho de someter o no al regulador la operación.
Desde Iberdrola, consideran que la operación tiene carácter comunitario y han negado en reiteradas ocasiones que tenga que contar con el visto bueno del regulador español, puesto que "se adquiere una compañía con actividades reguladas que no afectan a las de España", tal como dijo Ignacio Sánchez Galán cuando anunció el acuerdo de integración con la compañía escocesa.
El examen del regulador británico
No obstante, la eléctrica con sede en Bilbao tendrá que pasar el examen del órgano homólogo de la CNE en Reino Unido, aunque, según el director de Estrategia y Desarrollo de la eléctrica, José Luis del Valle, el regulador británico "no se pronunciará en términos de competencia, ya que este tema corresponde a la autoridades comunitarias, y sólo tendría que dar su visión sobre las actividades reguladas".
Por su parte, Endesa decidió el pasado miércoles pedir a la CNE que estudiara esta operación y solicitó personarse en el expediente, al considerarse afectada por los activos nucleares que comparte con Iberdrola.Además, la eléctrica que preside Manuel Pizarro considera necesario que la CNE revise esta operación, al entender que Iberdrola desarrolla actividades reguladas y puede adoptar decisiones, derivadas de la adquisición de la compañía británica, que "pongan en riesgo o causen efectos negativos respecto a tales actividades", lo que "podría afectar a la seguridad y calidad del suministro".
En el escrito remitido al regulador, Endesa alude constantemente a las resoluciones alcanzadas por el consejo de administración en expedientes como los de las OPAs de Gas Natural o E.ON, donde la CNE resalta la importancia de asegurar la calidad y seguridad del suministro.
El Pais
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