Con las informaciones de que dispone la comunidad científica es más que evidente la directa relación entre el cambio climático y el nivel de emisiones de dióxido de carbono. En este contexto se estima que el transporte es responsable del 25 por ciento de las emisiones en la UE, siendo en España esta tasa del 31 por ciento, de la cual más del 90 por ciento se debe atribuir al transporte por carretera, que se mueve por los combustibles fósiles.
Con esta situación, se hace imprescindible buscar soluciones para disminuir las emisiones de dióxido de carbono y reducir la dependencia del petróleo como casi única fuente de energía del transporte por carretera. En este objetivo se afanan en los últimos años la industria de la automoción, para que los motores sean cada día más eficientes y moderados en el consumo, y la industria química y los productores de combustibles, para ofrecer alternativas a los derivados del petróleo, cuya demanda, por otra parte, aumenta en una peligrosa progresión por el incremento de los parques de automóviles en los países de economía emergente, en especial en la India y China.
Desde hace algunos años, la propuesta de la industria de automoción con mejores visos para solucionar este problema son los sistemas denominados de pila de combustible, pero su aplicación práctica y masiva no será realidad antes de una década, por lo que se están poniendo en práctica tecnologías alternativas, como son las nuevas mecánicas diésel de inyección directa y, sobre todo, los sistemas de transmisión híbrida, que combinan el motor de explosión y el eléctrico.
Origen vegetal
En el campo de los combustibles también se persiguen los mismos objetivos, el ambiental y la reducción de la dependencia del petróleo. Para ello se han desarrollado dos tipos de combustibles de origen vegetal, unos provenientes de las plantas oleaginosas, como el aceite de soja, colza o palma, que se puede utilizar directamente en motores de ciclo diésel, y otros derivados de los alcoholes, que en mayor o menor proporción se pueden utilizar en motores flexibles, que pueden funcionar indistintamente con gasolina o con mezcla de gasolina y alcohol.
Este último compuesto recibe el nombre genérico de bioetanol, y su composición más habitual es la «E85», dado que lleva un 85 por ciento de etanol y un 15 por ciento de gasolina sin plomo. Este combustible lleva una parte de gasolina para facilitar el arranque del motor, en especial cuando debe hacerlo a bajas temperaturas.
¿De dónde se obtiene el etanol y por qué se le considera un combustible ecológico, como se deduce de su prefijo «bio»? El etanol proviene de distintas fuentes vegetales. En Estados Unidos se obtiene generalmente del maíz; en países tropicales, como Brasil, de la caña de azúcar, y en España, de los cereales en su mayoría y, en algunos casos, de los excedentes de la industria vinícola. Con tecnologías más avanzadas es posible obtener etanol a partir de materia lignocelulósica procedente de desechos de madera o paja, y también de las basuras, aunque en este caso es el gas el combustible más obtenido.
En nuestro país, el principal productor de bioetanol es la empresa Abengoa Bioenergy, que en 2007 tiene previsto producir unos 425 millones de litros de este combustible, desde sus plantas situadas en Cartagena y La Coruña, además de una nueva planta conjunta con Ebro Puleva, en Salamanca.
Red de suministro
Por otra parte, la División de Energía de Automovilidad del Grupo Atisae trabaja para implantar una red de suministro de bioetanol en España y garantizar el abastecimiento de los modelos que ya es posible adquirir en el mercado, como el Ford Focus y Ford C-Max, que montan motores flexibles FFV, fabricados en exclusiva para toda Europa en la planta de Almusafes en Valencia. La marca sueca Saab también tiene previsto lanzar en 2007 el modelo 9-5 BioPower.
Asimismo, Automovilidad participa en el proyecto Best (BioEthanol for Sustainable Transport) del Ayuntamiento de Madrid monitorizando la flota de vehículos del parque municipal.
Cabe preguntarse por qué el bioetanol puede considerarse un combustible ecológico si, en definitiva, en su combustión también se genera dióxido de carbono. El motivo es su procedencia vegetal. En el análisis del ciclo de vida completo del combustible, se estima que los niveles de emisiones de dióxido de carbono, usando «E85», se reducen en un 70 por ciento, comparados con los niveles emitidos por la gasolina.
Esto se debe a que las plantas utilizan el dióxido de carbono de la atmósfera para, con la ayuda del Sol y a través de la fotosíntesis, fijar el carbono que luego forma parte del combustible, una vez obtenido el etanol. Es decir, se cierra un ciclo en el que el carbono se regenera. Pero, para que esto sea una realidad, es necesaria una implementación mayor de la que puede contemplarse actualmente, pues la producción de bioetanol es muy escasa, prácticamente insignificante si la comparamos con el consumo de gasolina y gasóleo.
Etanol, libre de impuestos
Al margen de consideraciones ecológicas, no se debe olvidar que, en definitiva, el éxito o fracaso de la utilización de combustibles alternativos depende directamente del precio que habrá que pagar por ellos. En el caso del «E85», ABC ha podido saber que el precio de este combustible será de 0,80 euros por litro, que es el resultado de aplicar al precio franco el impuesto general de hidrocarburos a la porción de gasolina (la porción de etanol está libre de ese impuesto), y, sobre el total, el IVA que le corresponde. Hay que hacer constar que estos cálculos sólo son aplicables al «E85», y no a otros combustibles similares con mayor porcentaje de etanol.
Otra alternativa a estos combustibles es la utilización directa del hidrógeno en motores de explosión, en cuya combustión sólo se emite vapor de agua. En este caso, para considerar ecológica esta tecnología, se debería garantizar que, para la obtención del hidrógeno a partir del agua, se utilice antes una energía a su vez no contaminante, como la eólica o solar. De lo contrario, el balance final podría ser más lesivo para el ambiente que el hecho de quemar directamente los derivados del petróleo. En España, este combustible se obtiene a partir de los cereales, en su mayoría, y en algunos casos de los excedentes de la industria vinícola _ El coste del «E85» será de 0,80 euros por litro en nuestro país.
1 Comment:
Me parece muy interesante que haya grandes consultoras que trabajen en estos temas, donde puedo conseguir información acerca de automovilidad??
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