La Comisión Nacional de Energía Atómica presentó a la empresa estatal Enarsa un plan para producir un nuevo combustible gaseoso, el hidrógeno-GNC, que requerir de una inversión inicial de $5 millones
Se trata de un combustible ecológico y económico para transporte público de pasajeros y carga, que mezcla el hidrógeno con el GNC, buscando reemplazar al GNC sin dejar de utilizar ese tipo de tecnología.
Para la puesta en marcha de la primera fase del desarrollo del nuevo combustible, Enarsa y la Secretaría Nacional de Ciencia y T‚cnica (FONCYT) aportarán $900 mil en efectivo y las universidades de Buenos Aires (UBA) y Tecnológica Nacional (UTN) recursos humanos, instrumentos e insumos.
El aporte de las instituciones asciende al 33% del total de la inversión requerida, que totaliza un paquete inicial de $5 millones para el desarrollo en bancos de prueba, donde se "simular la carga del vehículo".
Así lo explicó el director del proyecto y del Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable de la CNEA, Daniel Pasquevich, durante la presentación ante Enarsa.
"El objetivo de la presentación fue acordar los pasos a seguir en la primera fase de desarrollo y hemos acordado trabajar en forma conjunta para un proyecto de bien común", sostuvo el directivo tras el encuentro con los funcionarios de Enarsa y de las universidades.
Según explicó Pasquevich, durante esta reunión se "acordaron los alcances del proyecto" y, según señaló, Enarsa "hará otra parte de inversión como adoptante tecnológico y compra de patentes".
Esta primera etapa tendrá una duración de tres años, y entre 2009 y 2010 está prevista la puesta en marcha de la segunda fase que consiste en "llevar a la calle un vehículo con la nueva tecnología y un surtidor" para realizar la prueba final.
Para esta segunda etapa, Enarsa tiene previsto realizar nuevas inversiones y de ellas depender que la puesta en marcha en la calle reduzca los tiempos previstos.
El proyecto es que a fines de 2009 el combustible esta funcionando en los bancos de prueba y luego de esa fecha se traslade a las calles, ya que en algunos casos se prevé que los vehículos requerir n de algunas modificaciones en sus chasis para adaptarse a la nueva tecnología.
Además, la llegada a los vehículos también "va a depender de reglamentaciones como sucedió con el biodiesel", explicó el directivo de la CNEA.
"Hay una ley de hidrógeno, pero no está reglamentada, que habla del interés del país en desarrollarlo", recordó Pasquevich.
El proyecto es desarrollar el nuevo combustible en forma complementaria a otros desarrollos de hidrógeno para que la Argentina no tenga que importar esa energía, sino que el país tenga su propio stock.
"En la Argentina se desarrollan otros proyectos que se deben a la producción de hidrógeno y no queremos trabajar en forma autista", señaló Pasquevich, al tiempo que recordó que "en la UBA se desarrolla el ETANOL para producir hidrógeno".
El proyecto surgió ante "la necesidad de extender el recurso del GNC". "Los hidrocarburos se están terminando y por eso se buscan reemplazos limpios y el hidrógeno se supone que es la tecnología del futuro", aseveró el directivo.
De parte del FONCYT participó su director, Armando Bertranau, quien destacó que este proyecto "es una nueva forma de llevar adelante la investigación tecnológica en forma conjunta" varias instituciones y Enarsa.
Estuvieron presentes también, el gerente de operaciones y nuevos negocios de Enarsa, Ruben Etcheverry; el director de Ingeniería Mec nica de la UBA, Fernando Audebert, y el secretario de Ciencia y Técnica de la UTN, Oscar Noguez; entre otros funcionarios de las instituciones participantes del proyecto.
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