Este lunes 5 de marzo se conmemora a nivel mundial el Día Internacional de la Eficiencia Energética. Esta práctica resulta indispensable para asegurar la sustentabilidad del sistema eléctrico chileno, considerando el escenario de altos precios de los combustibles, la amenaza del cambio climático y una matriz energética altamente dependiente de recursos hidrológicos y del gas argentino.
Y aunque hoy existe mayor conciencia de que el uso racional y eficiente de la electricidad debe traspasar todas las capas de la sociedad, el sector público asumió el esfuerzo de desarrollar iniciativas y programas en esta dirección, lo que en gran medida permite hablar de experiencias exitosas.
Uno de estos casos es Lavandería Industrial Uriarte Limitada (Lavinur) que, desde 1982, presta servicios de lavandería industrial a hospitales y clínicas. Es una de las primeras firmas del país que invirtió para racionalizar el uso de energía.
En 2002, movidos por la convicción de que la eficiencia energética implicaría una rebaja sustancial de sus costos, los ejecutivos de la firma buscaron apoyo público para medir la situación de consumo y las posibilidades de ahorro energético de la empresa, así como las inversiones que se requerían para hacer un uso eficiente de la energía.
En esta búsqueda encontraron a Corfo y su Fondo de Asistencia Técnica de Producción Limpia (FAT-PL), instrumento que ‘adaptaron’ a sus fines, ya que no estaba dirigido a la eficiencia energética, y accedieron a una primera asesoría, donde se evaluó la ‘situación’ de consumo energético de la lavandería industrial y se delinearon las acciones para alcanzar la eficiencia de éste.
"Desde hace algunos años que el tema de la eficiencia energética nos preocupaba, por ello accedimos a una asesoría de otro instrumento de Corfo que nos permitió evaluar nuestro consumo energético y nuestras posibilidades de ahorro, lo que posteriormente nos motivó a invertir US $ 14.000 y rebajar en 25% nuestro consumo energético", aseguró el gerente general de la firma, Víctor Uriarte.
El ejecutivo destacó el aporte que para Lavinur significó recibir estos recursos de cofinanciamiento y a su vez se refirió al instrumento especializado que el organismo público lanzó, en diciembre pasado, para apoyar a las empresas de menor tamaño en el proceso de hacer un mejor uso de la energía.
"Celebramos que Corfo haya generado un instrumento focalizado exclusivamente en la eficiencia energética. Es una iniciativa imprescindible para el empresariado de todos los sectores, tamaños y segmentos. Es una oportunidad que no debemos dejar pasar por su relevancia económica, ya que es oportuno, abierto, amplio y sirve, sin excepción de ningún orden, a todas las industrias para ese necesario ahorro", indicó.
A juicio de Uriarte, el uso racional de la energía no sólo afecta la producción, sino que también el empleo y a todos los niveles de la economía, extendiéndose también a los hogares y las familias.
"En nuestro caso, que no trabajamos con materias primas, la energía es nuestro principal insumo, ya que cerca del 30% corresponde a energía, para lavar, sanitizar, secar y planchar. Indudablemente esta alternativa de financiamiento, que exige el necesario compromiso empresarial, permite a las empresas transformar y hacer aún más eficiente el consumo de energía, haciendo más eficiente el uso de equipos y máquinas".
Lavandería Industrial Uriarte comenzó con una pequeña planta prestando servicios a empresas del sector gastronómico. En 1990, asumió la representación para Chile de los productos de la estadounidense Standard Textile, líder en el mundo en la confección de ropa quirúrgica.
Al 2006, en su planta industrial, ubicada en Quinta Normal, trabajan 80 empleados en las áreas de servicios y producción-; posee tecnología de punta en sus 15 lavadoras industriales, procedentes de Europa y Estados Unidos; lava 2.400 kilos de ropa por hora, 12.000 kilos de ropa por día y 1.800.000 prendas por mes.
Para que el trabajo de diversificación de la matriz energética chilena sea exitoso es imprescindible que se haga un uso eficiente de la electricidad, que desacople las curvas de crecimiento de la demanda eléctrica y de expansión de la actividad económica.
Hasta hace poco los esfuerzos del Programa País Eficiencia Energética (PPEE), dependiente del ministerio de Economía, estuvieron centrados en el área residencial, de organismos públicos y de la gran empresa. Ahora, el desafío es internalizar y masificar estas prácticas a nivel de las firmas de menor tamaño.
En este contexto, Corfo dispone de un instrumento de apoyo a la contratación de consultorías en eficiencia energética, que co-financia hasta un 70% del costo de estudios y/o auditorías para cuantificar posibles ahorros de energía y determinar planes de mejora vía proyectos de preinversión, ya sea con medidas correctivas simples o proyectos de inversión, que permitan reducir costos e incrementar la productividad y competitividad de estas unidades.
Las firmas interesadas en acceder a estos recursos deben tener una facturación que no exceda UF 1 millón. A su vez, el cofinanciamiento tiene un tope de UF 300 (unos $ 5,5 millones).
Los recursos pueden ser destinados a tres fases de trabajo. En la primera, de auditoría, es posible conocer las fuentes de energía de la empresa, sus usos, subprocesos y su nivel de producción, para así determinar los potenciales de eficiencia que tiene.
En la segunda se implementan las medidas de eficiencia, mediante el diseño y aplicación de acciones, que consideran criterios como la priorización de costo, beneficios y plazos.
En tercer lugar, se contempla la elaboración de un proyecto de inversión para levantar el financiamiento necesario, para lo cual Corfo dispone de una alianza con la agencia alemana KfW, que considera la entrega de créditos -vía bancaria- con condiciones blandas que permiten materializar los proyectos que permitan alcanzar ese objetivo. Dioario PYME
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