El ministro presidente de la Comisión Nacional de Energía, Marcelo Tokman, presentó la Política de Seguridad Energética de su cartera, la que se basa en una serie de medidas a fin de diversificar las fuentes energéticas y fortalecer las existentes.
De esta forma, las iniciativas de la cartera de Energía pasan por fortalecer la institucionalidad, buscar alternativas renovables no convencionales, generar una mayor eficiencia energética y consolidar el programa de electrificación rural.
En ese sentido, Tokman anunció una serie de incentivos al uso e investigación en biocombustibles, además de beneficios tributarios.
“Hemos decidido impulsar el uso de los bio combustibles, los que implican menores emisiones y nos permitirán aprovechar el ofrecimiento internacional. Estamos autorizando la mezcla de biocombustibles con los otros combustibles para su uso en transportes. Dentro de las próximas semanas vamos a publicar por 60 días la norma que permite las mezclas de biodiesel con diesel y etanol con gasolina”,
Además el secretario de Estado anunció que el impuesto al diesel no se aplicará a los biocombustibles una vez que se mezclan con combustibles fósiles. Finalmente Tokman sostuvo que su cartera está haciendo un esfuerzo en materia de apoyar la investigación en esta materia para llegar a desarrollar una industria competitiva en este tipo de combustibles, tal como actualmente la está desarrollando Brasil.
Proyectos energéticos entrampados
Tomando el catastro de proyectos de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) a enero de 2007, se verifica que para 2007 proyecta un flujo de inversión en construcción de US$ 350 millones en proyectos del sector eléctrico. Según Ricardo Binder, Director del Comité de Contratistas Generales de la CChC, este flujo debe ser corregido a la baja debido a las postergaciones esperadas por el proceso de evaluación de impacto ambiental y, por otra parte, debido a que algunos proyectos aun no han ingresado al sistema. Se estima que la inversión esperada sea un 14% menor (US$ 49 millones menos).
En el pasado la no resolución de problemas regulatorios llevó a que se generara un vacío de proyectos eléctricos, lo que se refleja en la estrechez del mercado energético hasta 2009-2010. En promedio, las centrales eléctricas son los proyectos que más demoran en su calificación ambiental (167 días de evaluación) a pesar de que la normativa medioambiental dice que los plazos máximos de evaluación son de 90 días para las Declaraciones de Impacto Ambiental y de 180 días para las Evaluaciones de Impacto Ambiental.
De esta forma, las iniciativas de la cartera de Energía pasan por fortalecer la institucionalidad, buscar alternativas renovables no convencionales, generar una mayor eficiencia energética y consolidar el programa de electrificación rural.
En ese sentido, Tokman anunció una serie de incentivos al uso e investigación en biocombustibles, además de beneficios tributarios.
“Hemos decidido impulsar el uso de los bio combustibles, los que implican menores emisiones y nos permitirán aprovechar el ofrecimiento internacional. Estamos autorizando la mezcla de biocombustibles con los otros combustibles para su uso en transportes. Dentro de las próximas semanas vamos a publicar por 60 días la norma que permite las mezclas de biodiesel con diesel y etanol con gasolina”,
Además el secretario de Estado anunció que el impuesto al diesel no se aplicará a los biocombustibles una vez que se mezclan con combustibles fósiles. Finalmente Tokman sostuvo que su cartera está haciendo un esfuerzo en materia de apoyar la investigación en esta materia para llegar a desarrollar una industria competitiva en este tipo de combustibles, tal como actualmente la está desarrollando Brasil.
Proyectos energéticos entrampados
Tomando el catastro de proyectos de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) a enero de 2007, se verifica que para 2007 proyecta un flujo de inversión en construcción de US$ 350 millones en proyectos del sector eléctrico. Según Ricardo Binder, Director del Comité de Contratistas Generales de la CChC, este flujo debe ser corregido a la baja debido a las postergaciones esperadas por el proceso de evaluación de impacto ambiental y, por otra parte, debido a que algunos proyectos aun no han ingresado al sistema. Se estima que la inversión esperada sea un 14% menor (US$ 49 millones menos).
En el pasado la no resolución de problemas regulatorios llevó a que se generara un vacío de proyectos eléctricos, lo que se refleja en la estrechez del mercado energético hasta 2009-2010. En promedio, las centrales eléctricas son los proyectos que más demoran en su calificación ambiental (167 días de evaluación) a pesar de que la normativa medioambiental dice que los plazos máximos de evaluación son de 90 días para las Declaraciones de Impacto Ambiental y de 180 días para las Evaluaciones de Impacto Ambiental.
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