Greenpeace propone por el Día mundial del Medio Ambiente una iniciativa para cambiar masivamente las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo, un gesto “sencillo” para combatir el cambio climático. Las lámpara fluorescentes compactas son un tipo de bombillas que, para dar la misma luz, gastan un 80 por ciento menos de energía que las incandescentes, duran hasta 12 veces más y ahorran la emisión anual de 20 kg de CO2 a la atmósfera.
La iniciativa consta de las siguientes partes: por un lado, cada ciudadano que desee participar realizaría directamente un cambio de bombillas incandescentes (las de siempre) por otras eficientes de bajo consumo; por otro lado, puede enviar un mensaje a los europarlamentarios para que voten a favor de la prohibición de las derrochadoras bombillas incandescentes; y por último, se trata de informar y animar a que hagan lo mismo amigos, compañeros, vecinos...
La propuesta se enmarca dentro de la campaña [R]evolución Renovable: el cambio empieza aquí, con la que Greenpeace pretende movilizar a la sociedad para lograr que mediante la eficiencia energética y las energías renovables se sustituyan las energías sucias, como forma de evitar un cambio climático peligroso.
Un ciudadano puede cambiar sus bombillas incandescentes por otras más eficientes, pero el Gobierno puede directamente hacer que todas sean eficientes ,- ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace. - En el día del Medio Ambiente debemos exigir a los responsables políticos que actúen ya para luchar contra el cambio climático/ .
Greenpeace pide al Gobierno una ley que prohíba que salgan al mercado de iluminación doméstica bombillas menos eficientes que 25 lumen por vatio en el 2009 y 50 lumen por vatio en el 2012, hasta que se adopte para este producto una prohibición de ámbito europeo. Dicha medida debería incluirse en el Plan de Acción sobre Eficiencia que España tiene que presentar a finales de junio, según la Directiva Europea sobre la Eficiencia en el Uso Final de la Energía y los Servicios Energéticos.
La sustitución de bombillas incandescentes por eficientes de bajo consumo en la Unión Europea ahorraría al menos 20 millones de toneladas de CO_2 al año_, lo que equivale a cerrar 25 centrales térmicas de tamaño medio. Por este motivo, miembros del Parlamento Europeo han redactado una Declaración por Escrito pidiendo a la Comisión Europea y a los estados miembros que en la UE se prohíban las bombillas que derrochan energía.
La iniciativa consta de las siguientes partes: por un lado, cada ciudadano que desee participar realizaría directamente un cambio de bombillas incandescentes (las de siempre) por otras eficientes de bajo consumo; por otro lado, puede enviar un mensaje a los europarlamentarios para que voten a favor de la prohibición de las derrochadoras bombillas incandescentes; y por último, se trata de informar y animar a que hagan lo mismo amigos, compañeros, vecinos...
La propuesta se enmarca dentro de la campaña [R]evolución Renovable: el cambio empieza aquí, con la que Greenpeace pretende movilizar a la sociedad para lograr que mediante la eficiencia energética y las energías renovables se sustituyan las energías sucias, como forma de evitar un cambio climático peligroso.
Un ciudadano puede cambiar sus bombillas incandescentes por otras más eficientes, pero el Gobierno puede directamente hacer que todas sean eficientes ,- ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace. - En el día del Medio Ambiente debemos exigir a los responsables políticos que actúen ya para luchar contra el cambio climático/ .
Greenpeace pide al Gobierno una ley que prohíba que salgan al mercado de iluminación doméstica bombillas menos eficientes que 25 lumen por vatio en el 2009 y 50 lumen por vatio en el 2012, hasta que se adopte para este producto una prohibición de ámbito europeo. Dicha medida debería incluirse en el Plan de Acción sobre Eficiencia que España tiene que presentar a finales de junio, según la Directiva Europea sobre la Eficiencia en el Uso Final de la Energía y los Servicios Energéticos.
La sustitución de bombillas incandescentes por eficientes de bajo consumo en la Unión Europea ahorraría al menos 20 millones de toneladas de CO_2 al año_, lo que equivale a cerrar 25 centrales térmicas de tamaño medio. Por este motivo, miembros del Parlamento Europeo han redactado una Declaración por Escrito pidiendo a la Comisión Europea y a los estados miembros que en la UE se prohíban las bombillas que derrochan energía.
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