La mayor compañía del carbón de China, el Grupo Shenhua, producirá el primer barril de combustible líquido derivado del carbón del país en 2008, utilizando la tecnología propia denominada licuefacción directa del carbón.
"Hemos finalizado el 95 por ciento de los proyectos de ingeniería de la primera línea de producción en Erdos, en la región autónoma de Mongolia Interior, en el norte del país. La línea comenzará a fabricar productos líquidos de forma experimental el próximo año", afirmó Zhang Yuzhuo, responsable de la división de licuefacción de carbón de Shenhua, en la Exposición Internacional de la Nueva Industria de Carbón y Energía de China 2007, que se celebra en esta ciudad norteña del país.
Zhang señaló que la primera línea de producción usará 3,4 millones de toneladas de carbón cada año para producir 1,08 millones de toneladas de combustibles líquidos, como diesel, gas licuado de petróleo (LPG) y nafta, un líquido volátil y inflamable.
China ha incrementado importaciones de petróleo en los últimos años para mantener su crecimiento económico, lo que ha obligado al país asiático a buscar tecnologías para convertir algunas de sus reservas de carbón, unas de las mayores del mundo, en combustible y otros productos químicos.
La tecnología de licuefacción indirecta se desarrolló hace más de 70 años, y ha sido comercializada por la compañía sudafricana Sasol, el mayor productor de carburante desde el carbón. Sin embargo, la tecnología de la licuefacción directa no ha sido industrializada todavía.
Con la tecnología importada, Shenhua ha optimizado el flujo de la producción, construido grandes instalaciones y desarrollado una nueva generación de activadores para crear su propia tecnología, indicó Zhang.
"No hay obstáculos infranqueables en el desarrollo de tecnologías para copnvertir el carbón en carburante, pero los efectos de estas tecnologías deben ser probados en pequeñas operaciones de prueba porque han costado mucho dinero y debemos controlar los riesgos", manifestó el responsable.
Considerado uno de los proyectos estatales clave para hacer frente a las preocupaciones acerca de la seguridad del petróleo de China, las instalaciones de licuefacción de carbón de Erdos comenzaron a construirse en agosto de 2004, con el visto bueno de los líderes chinos.
Durante una visita en junio de 2006, el primer ministro, Wen Jiabao, describió el proyecto como un gran experimento científico y tecnológico. Con un presupuesto de 12.300 millones de yuanes (1. 640 millones de dólares USA) y una producción anual de cinco millones de toneladas de combustible líquido, el proyecto estará finalizado en dos fases. En la primera de ellas se instalarán tres líneas de producción.
Chen Liming, vicepresidente ejecutivo de Sasol China, felicitó a Shenhua por sus últimas mejoras. También señaló que las tecnologías de licuefacción directa e indirecta no deben compararse ya que se encuentran en diferentes etapas evolutivas.
"Nuestra tecnología de conversión del carbón en líquidos (CTL) ha sido probada comercialmente", manifestó Chen, cuya compañía planea establecer dos plantas de CTL en cooperación con Shenhua usando la tecnología Fisher-Tropsch de Sasol, cada una con una capacidad de tres millones de toneladas de productos anuales.
Asimismo, Royal Dutch Shell, la segunda compañía petrolera de Europa, y Shenhua han acordado llevar a cabo un plan de viabilidad para el establecimiento de una planta con una capacidad diaria de 70.000 barriles.
De hecho, muchas empresas chinas desean establecer plantas de licuefacción, pero el gobierno limitó el número de este tipo de proyectos el pasado año, debido a la preocupación por la contaminación del medio ambiente y el daño al suministro de agua.
Chen se mostró optimista acerca de las perspectivas de la aplicación del CTL en China, ya que la Agencia Internacional de la Energía ha pronosticado que los productos licuefactados supondrán un 29 por ciento de los 10 millones de barriles diarios de todas las alternativas energéticas al petróleo.
"Y en un país rico en carbón como China, la industria del CTL debe ser impulsada por el gobierno", afirmó Chen.
Los expertos estiman que en 2020 la industria hullera de China producirá 50 millones de toneladas de combustible líquidos cada año, lo que reducirá las importaciones de petróleo del país del actual 60 al 45 por ciento.
"Hemos finalizado el 95 por ciento de los proyectos de ingeniería de la primera línea de producción en Erdos, en la región autónoma de Mongolia Interior, en el norte del país. La línea comenzará a fabricar productos líquidos de forma experimental el próximo año", afirmó Zhang Yuzhuo, responsable de la división de licuefacción de carbón de Shenhua, en la Exposición Internacional de la Nueva Industria de Carbón y Energía de China 2007, que se celebra en esta ciudad norteña del país.
Zhang señaló que la primera línea de producción usará 3,4 millones de toneladas de carbón cada año para producir 1,08 millones de toneladas de combustibles líquidos, como diesel, gas licuado de petróleo (LPG) y nafta, un líquido volátil y inflamable.
China ha incrementado importaciones de petróleo en los últimos años para mantener su crecimiento económico, lo que ha obligado al país asiático a buscar tecnologías para convertir algunas de sus reservas de carbón, unas de las mayores del mundo, en combustible y otros productos químicos.
La tecnología de licuefacción indirecta se desarrolló hace más de 70 años, y ha sido comercializada por la compañía sudafricana Sasol, el mayor productor de carburante desde el carbón. Sin embargo, la tecnología de la licuefacción directa no ha sido industrializada todavía.
Con la tecnología importada, Shenhua ha optimizado el flujo de la producción, construido grandes instalaciones y desarrollado una nueva generación de activadores para crear su propia tecnología, indicó Zhang.
"No hay obstáculos infranqueables en el desarrollo de tecnologías para copnvertir el carbón en carburante, pero los efectos de estas tecnologías deben ser probados en pequeñas operaciones de prueba porque han costado mucho dinero y debemos controlar los riesgos", manifestó el responsable.
Considerado uno de los proyectos estatales clave para hacer frente a las preocupaciones acerca de la seguridad del petróleo de China, las instalaciones de licuefacción de carbón de Erdos comenzaron a construirse en agosto de 2004, con el visto bueno de los líderes chinos.
Durante una visita en junio de 2006, el primer ministro, Wen Jiabao, describió el proyecto como un gran experimento científico y tecnológico. Con un presupuesto de 12.300 millones de yuanes (1. 640 millones de dólares USA) y una producción anual de cinco millones de toneladas de combustible líquido, el proyecto estará finalizado en dos fases. En la primera de ellas se instalarán tres líneas de producción.
Chen Liming, vicepresidente ejecutivo de Sasol China, felicitó a Shenhua por sus últimas mejoras. También señaló que las tecnologías de licuefacción directa e indirecta no deben compararse ya que se encuentran en diferentes etapas evolutivas.
"Nuestra tecnología de conversión del carbón en líquidos (CTL) ha sido probada comercialmente", manifestó Chen, cuya compañía planea establecer dos plantas de CTL en cooperación con Shenhua usando la tecnología Fisher-Tropsch de Sasol, cada una con una capacidad de tres millones de toneladas de productos anuales.
Asimismo, Royal Dutch Shell, la segunda compañía petrolera de Europa, y Shenhua han acordado llevar a cabo un plan de viabilidad para el establecimiento de una planta con una capacidad diaria de 70.000 barriles.
De hecho, muchas empresas chinas desean establecer plantas de licuefacción, pero el gobierno limitó el número de este tipo de proyectos el pasado año, debido a la preocupación por la contaminación del medio ambiente y el daño al suministro de agua.
Chen se mostró optimista acerca de las perspectivas de la aplicación del CTL en China, ya que la Agencia Internacional de la Energía ha pronosticado que los productos licuefactados supondrán un 29 por ciento de los 10 millones de barriles diarios de todas las alternativas energéticas al petróleo.
"Y en un país rico en carbón como China, la industria del CTL debe ser impulsada por el gobierno", afirmó Chen.
Los expertos estiman que en 2020 la industria hullera de China producirá 50 millones de toneladas de combustible líquidos cada año, lo que reducirá las importaciones de petróleo del país del actual 60 al 45 por ciento.
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