by Patricia Rivera
El presidente de la República Hugo Chávez ordenó paralizar el proyecto de producción sustentable de bioetanol que adelanta el gobierno, quedando así en entredicho el futuro no solo de las once destilerías de etanol que se construirían en el país a través de un convenio firmado con Cuba sino también la siembra de 100 mil hectáreas de caña de azúcar y la salida de 500 asesores cubanos.
La información suministrada a noticieroagropecuario.com fue confirmada por una fuente del ministerio de Energía y Petróleo, tras conocerse que Cuba planea quintuplicar la producción de etanol a base de caña de azúcar para el 2011, y convertirse de esta manera en un exportador de combustibles a través de la colaboración técnica de la industria brasilera.
Cuba ha previsto, no obstante, modernizar la producción de 10 ingenios ya instalados y construir otros ocho nuevos bajo el sistema de producción flexible de Brasil.
Esta noticia y el impacto del acuerdo firmado por los presidentes George W. Bush y Luiz Inàcio Lula da Silva para el desarrollo de etanol, han influido para que el presidente venezolano Hugo Chávez considere paralizar temporalmente los proyectos de producción de etanol, hasta que defina una nueva estrategia geopolítica.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, también está dispuesto a conversar con su homólogo brasilero sobre la producción de etanol, y analizar una serie de proyectos dirigidos a aprovechar la experiencia de ese país con ese combustible alternativo al petróleo.
El biocombustible se ha convertido entonces en una nuevo frente de batalla para el gobierno del presidente Chávez, que a través de su ministro de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, aclaró que Venezuela producirá etanol para adicionarlo a la gasolina y hacerla menos contaminante, pero no para sustituir al hidrocarburo y sacrificar millones de hectáreas que puedan producir alimentos.
Según cable de la agencia oficial ABN, Jaua indicó que el país sólo empleará para esto 1% de la superficie cultivable dado que se estipula que “unas 100 mil hectáreas de caña de azúcar destinadas a etanol porque nosotros no producimos rubros agrícolas para alimentar vehículos. Estamos hablando del etanol como aditivo para reducir el plomo y obtener un combustible más limpio”.
El objetivo es entonces el fomento de programas agroenergéticos, como la producción de etanol combustible a partir de la Caña de Azúcar, para su uso como aditivo oxigenante de la gasolina en sustitución del tetraetilo de plomo, en el marco del nuevo modelo de desarrollo endógeno que adelanta el gobierno nacional.
Antecedentes del proyecto
Es de resaltar que desde hace tres años, aproximadamente, el Gobierno Nacional ha intentado por todos los medios de iniciar varios proyectos en el sector azucarero, incluyendo el Complejo Azucarero Agroindustrial “Ezequiel Zamora” (CAAEZ), ubicado en el estado Barinas, al que le han inyectado más de 3 billones de bolívares sin producir todavía un kilo de azúcar.
De esta manera, el gobierno nacional continúa apostando a este proyecto azucarero que debió ser inaugurado en diciembre 2006, cerrándose así un capitulo sin culpables tras un escándalo de corrupción que le costó la salida al entonces ministro de Agricultura y Tierras, Antonio Albarrán.
Otro de los proyectos está ubicados en el estado Cojedes, municipio Rómulo Gallegos, y para el cual a principios del año pasado Venezuela importó de Cuba un central azucarero usado y en muy mal estado con una capacidad de molienda de 7 mil toneladas diarias. Asimismo se anunció en octubre del 2005 la instalación de otros dos nuevos centrales azucareros en el estado Cojedes para la producción agresiva de 300 mil hectáreas de caña de azúcar, de manera de cubrir los objetivos de la producción de Etanol.
En esa oportunidad se dijo que “la propuesta consiste en producir la caña de azúcar necesaria para 15 centrales cubanas que serán reinstaladas en la República Bolivariana de Venezuela, con capacidades entre 6 mil 900 y 8 mil toneladas de caña molida diaria”.
Cabe recordar asimismo que el pasado 14 de febrero de 2005, Venezuela firmó un acuerdo con Brasil en el marco del ALBA, en el que se sentaron las bases para lanzar un programa de etanol en Venezuela a través de la producción de caña de azúcar y yuca. En aquella oportunidad se informó que el convenio bilateral generaría un millón de empleos a través de la siembra de 300 mil 000 hectáreas y la construcción de 14 centrales. Ni este, así copmo el resto de los proyectos se han consiolidado.
La información suministrada a noticieroagropecuario.com fue confirmada por una fuente del ministerio de Energía y Petróleo, tras conocerse que Cuba planea quintuplicar la producción de etanol a base de caña de azúcar para el 2011, y convertirse de esta manera en un exportador de combustibles a través de la colaboración técnica de la industria brasilera.
Cuba ha previsto, no obstante, modernizar la producción de 10 ingenios ya instalados y construir otros ocho nuevos bajo el sistema de producción flexible de Brasil.
Esta noticia y el impacto del acuerdo firmado por los presidentes George W. Bush y Luiz Inàcio Lula da Silva para el desarrollo de etanol, han influido para que el presidente venezolano Hugo Chávez considere paralizar temporalmente los proyectos de producción de etanol, hasta que defina una nueva estrategia geopolítica.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, también está dispuesto a conversar con su homólogo brasilero sobre la producción de etanol, y analizar una serie de proyectos dirigidos a aprovechar la experiencia de ese país con ese combustible alternativo al petróleo.
El biocombustible se ha convertido entonces en una nuevo frente de batalla para el gobierno del presidente Chávez, que a través de su ministro de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, aclaró que Venezuela producirá etanol para adicionarlo a la gasolina y hacerla menos contaminante, pero no para sustituir al hidrocarburo y sacrificar millones de hectáreas que puedan producir alimentos.
Según cable de la agencia oficial ABN, Jaua indicó que el país sólo empleará para esto 1% de la superficie cultivable dado que se estipula que “unas 100 mil hectáreas de caña de azúcar destinadas a etanol porque nosotros no producimos rubros agrícolas para alimentar vehículos. Estamos hablando del etanol como aditivo para reducir el plomo y obtener un combustible más limpio”.
El objetivo es entonces el fomento de programas agroenergéticos, como la producción de etanol combustible a partir de la Caña de Azúcar, para su uso como aditivo oxigenante de la gasolina en sustitución del tetraetilo de plomo, en el marco del nuevo modelo de desarrollo endógeno que adelanta el gobierno nacional.
Antecedentes del proyecto
Es de resaltar que desde hace tres años, aproximadamente, el Gobierno Nacional ha intentado por todos los medios de iniciar varios proyectos en el sector azucarero, incluyendo el Complejo Azucarero Agroindustrial “Ezequiel Zamora” (CAAEZ), ubicado en el estado Barinas, al que le han inyectado más de 3 billones de bolívares sin producir todavía un kilo de azúcar.
De esta manera, el gobierno nacional continúa apostando a este proyecto azucarero que debió ser inaugurado en diciembre 2006, cerrándose así un capitulo sin culpables tras un escándalo de corrupción que le costó la salida al entonces ministro de Agricultura y Tierras, Antonio Albarrán.
Otro de los proyectos está ubicados en el estado Cojedes, municipio Rómulo Gallegos, y para el cual a principios del año pasado Venezuela importó de Cuba un central azucarero usado y en muy mal estado con una capacidad de molienda de 7 mil toneladas diarias. Asimismo se anunció en octubre del 2005 la instalación de otros dos nuevos centrales azucareros en el estado Cojedes para la producción agresiva de 300 mil hectáreas de caña de azúcar, de manera de cubrir los objetivos de la producción de Etanol.
En esa oportunidad se dijo que “la propuesta consiste en producir la caña de azúcar necesaria para 15 centrales cubanas que serán reinstaladas en la República Bolivariana de Venezuela, con capacidades entre 6 mil 900 y 8 mil toneladas de caña molida diaria”.
Cabe recordar asimismo que el pasado 14 de febrero de 2005, Venezuela firmó un acuerdo con Brasil en el marco del ALBA, en el que se sentaron las bases para lanzar un programa de etanol en Venezuela a través de la producción de caña de azúcar y yuca. En aquella oportunidad se informó que el convenio bilateral generaría un millón de empleos a través de la siembra de 300 mil 000 hectáreas y la construcción de 14 centrales. Ni este, así copmo el resto de los proyectos se han consiolidado.
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