Las empresas españolas especializadas en la fabricación de equipos energéticos continúan tomando posiciones para vender cada vez más productos en el mercado chino, como demuestra la participación de cinco firmas nacionales en la feria Energy Asia, que concluye hoy en Shanghai.
Cuatro de ellas ya tienen representación en China, desde la murciana Himoinsa, con una fábrica en Changzhou (provincia de Jiangsu, este), a las oficinas de Zytech (paneles solares) en Qingdao, Técnicas Reunidas (plantas industriales) en Pekín, y Circutor (aparatos de medición y eficiencia energética) en Shanghai.
Sólo la madrileña Aener Energía, que fabrica compensadores de energía reactiva, todavía no está presente en el país, aunque lleva tres años estudiando el mercado.
'China es la fábrica del mundo y aquí es donde están las mayores instalaciones industriales', explicó a Efe Miguel Delgado, responsable de Aener en China, donde están sus más numerosos clientes potenciales: 'nuevas fábricas, o fábricas antiguas que necesitan modernizarse y optimizar sus instalaciones energéticas'.
Según Delgado, en China todavía existe un gran desconocimiento de este sector, y aunque hace años que empresas europeas, como los gigantes alemanes Schneider y Siemens, están vendiendo tecnología de calidad, la ventaja de las empresas españolas, por lo general pymes y no grandes multinacionales, está precisamente en su tamaño.
'Lo que no existe aquí es la ayuda ni un servicio de atención al cliente. Nadie les ofrece un trato personalizado, una revisión anual y les dice: estás consumiendo esta energía, necesitas poner este producto y además instalarlo aquí', explicó Delgado.
'La dificultad de China, en comparación con otros mercados, es que tienes que estar aquí para desarrollar cualquier proyecto', añadió, por lo que Aener está buscando un socio europeo ya implantado allí con el que unir fuerzas, o si no, un socio chino, en cualquier caso para fabricar en el país y vender al mercado local.
Mientras los fabricantes chinos están aumentando su calidad y tratan de aproximarse a los niveles europeos, lo que deben hacer las empresas españolas, según David Ding, responsable de la oficina de Circutor en Shanghai, es 'fabricar en China a una calidad inferior a la europea, pero superior a la local, con nuestra marca extranjera'.
Poco a poco, según evolucione el cambiante mercado chino, estar en casa un escalón por encima permitiría siempre a la empresa española poder aumentar la calidad de sus productos en el gigante asiático, donde los costes de producción son menores.
'Si lo fabricas en Europa y lo mandas a China, no tienes mercado', añadió Ding, ya que nadie estará dispuesto a pagar por los precios necesarios, pese a la calidad, por eso es mejor 'fabricar en Europa para Europa y en China para China', ya que el asiático es un mercado que 'exige una calidad alta, pero no tanto como la europea'.
Además China protege sus productos con aranceles a la importación, de manera que 'para exportar (desde China) tienes en todo luz verde, pero para importar te pueden salir problemas por todos lados'.
La inversión de producir en China compensa, según Ding, porque 'comparando, el mercado local chino es mucho más grande que el de exportación'.
Además, aseguró que cuando China alcance los niveles de calidad que exigen las normativas europeas, sus productos inundarán Europa y numerosas empresas se verán obligadas a cerrar su producción en casa y trasladarla a Asia, una decisión más fácil de tomar para las multinacionales que para las pymes españolas.
'Si China puede producir a estos precios, nosotros también podemos producir en las mismas condiciones, pero esto supone despedir personal en casa', afirmó.
La tendencia hacia China ya ha comenzado en Europa, y 'en los últimos dos años están entrando (en China) muchas empresas españolas (del sector), pero los alemanes llegaron hace diez años. Ellos están recogiendo el fruto, y los españoles estamos sembrando todavía', concluyó Ding.
source: Terra
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