miércoles, febrero 21, 2007

La Estrategia Española de Cambio Climático y Energía será el texto de referencia para coordinar las políticas de cambio climático

La Estrategia Española de Cambio Climático y Energía será el texto de referencia para coordinar las políticas de cambio climático de Comunidades Autónomas y municipios.

La Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha presentado ante el Consejo Nacional del Clima, la Estrategia Española de Cambio Climático y Energía Limpia, un documento que recoge una serie de políticas y medidas para mitigar el cambio climático y paliar sus efectos adversos, con el fin de dar cumplimiento a los compromisos de España en el marco del Protocolo de Kioto.

También se ha hecho público el Informe sobre Escenarios Climáticos Regionalizados para España, los Resultados del Programa de Trabajo 2006 del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático - Evaluación del impacto en recursos hídricos, biodiversidad y zonas costeras, entre otros documentos. La Estrategia Española de Cambio Climático y Energía Limpia formará parte de la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible y pretende convertirse en el texto de referencia sobre el que coordinar las políticas de cambio climático con las Comunidades Autónomas y municipios. Abordará diferentes medidas que contribuyan al desarrollo sostenible en el ámbito de cambio climático y energía limpia, facilitando iniciativas públicas y privadas encaminadas a incrementar los esfuerzos en todas sus vertientes y desde todos los sectores.

El pasado 9 de febrero, la Ministra de Medio Ambiente informó al Consejo de Ministros sobre la propuesta de la Estrategia, que ha sido revisada por el Grupo Interministerial del Cambio Climático y la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, y que ahora se somete a la consideración del Consejo Nacional del Clima. Asimismo, el documento será objeto de consulta pública.

La aprobación de la Estrategia Española de Cambio Climático es el principal instrumento que en 2007 va a permitir abordar los objetivos que se marcó el Gobierno en el último Plan Nacional de Asignación II (reducir las emisiones desde el nivel actual hasta un incremento máximo del 37% en el promedio anual 2008- 2012 respecto a 1990). Identificará medidas adicionales para hacer posible continuar con lo que en 2006 parece ya evidente que ha representado un cambio de tendencia en la evolución de las emisiones.

La Estrategia incluirá como principales objetivos asegurar la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en España, dando especial importancia a las medidas relacionadas con el sector energético; contribuir al desarrollo sostenible y al cumplimiento de nuestros compromisos de cambio climático, fortaleciendo el uso de los mecanismos de flexibilidad basados en proyectos; e impulsar medidas adicionales de reducción en los sectores difusos (transporte, residencial, comercial, institucional, agrario, residuos y gases fluorados).

Medidas e indicadores

En la Estrategia se establece un conjunto de medidas para la consecución de los objetivos, junto con un sistema de seguimiento y una serie de indicadores. En especial se han elaborado medidas para aquellos sectores que peor comportamiento han tenido en el inventario nacional de GEI desde 1990. En concreto, para el sector difuso (transporte, residencial, residuos etc) la Estrategia marca requisitos de eficiencia energética en el alumbrado público, así como en los aparatos de aire acondicionado. También propone eliminar las calderas domésticas de carbón para 2012 y dedica todo un apartado al transporte sostenible sobre el que el Gobierno se compromete a elaborar una Ley de Movilidad Sostenible y potenciar el transporte de mercancías por ferrocarril, así como lograr para el 2020 que el 90% de la población se sitúe a menos de 50 km de una estación de una red ferroviaria.

En relación con la energía limpia, el Gobierno asume los objetivos marcados recientemente por la Unión Europea en materia de energías renovables, lo que supondría alcanzar para el 2020 un 20% de energía primaria a través de fuentes renovables; que el 10% de carburantes del mercado sean biocarburantes y que el 37% de energía eléctrica sea producida por renovables.

Para dar ejemplo dentro de este conjunto de medidas, el Gobierno se propone para 2007 que todos los edificios de la Administración General del Estado aborden un programa de auditoría energética y de planes de ahorro y eficiencia energética, así como la incorporación progresiva de más utilitarios limpios en las flotas de vehículos oficiales y el uso de biocarburantes. Se trata de recomendaciones que se pretenden extender al resto de administraciones públicas.

Una vez consultada y consensuada por las Comunidades Autónomas y demás miembros del Consejo Nacional del Clima, la Estrategia se materializará en un Plan de Acción que está previsto que se presente a finales de este año, con un presupuesto comprometido y un cálculo de las reducciones de CO2 que supondrán todas estas medidas.

Avances del Plan Nacional de Adaptación

La adaptación al cambio climático es una prioridad en el conjunto de actuaciones nacionales, debido a la gran vulnerabilidad de España ante los efectos adversos del cambio climático. Por dicho motivo se puso en marcha el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), el cual es un marco de referencia para la coordinación entre las administraciones públicas en las actividades de evaluación de impactos, vulnerabilidad y adaptación.

En el contexto del primer programa de trabajo, la Ministra de Medio Ambiente ha presentado los documentos de progreso de las cuatro áreas prioritarias en 2006:

  • La elaboración de escenarios climáticos regionalizados para España, base común para el desarrollo del resto de los trabajos,
  • El establecimiento de las premisas metodológicas para la evaluación de impactos e integración de medidas de adaptación en recursos hídricos, teniendo en cuenta distintos escenarios climáticos y de demanda,
  • La integración de medidas de adaptación al impacto de cambio climático en el litoral en el Plan Director de Costas,
  • Los avances en la evaluación de impactos en la biodiversidad en España;

tanto en la elaboración de la lista de taxones más amenazados como a través del establecimiento de las premisas metodológicas y las redes de observación en parques nacionales representativos en un programa conjunto Fundación Biodiversidad, Organismo Autónomo Parques Nacionales, Instituto Nacional de Meteorología y Oficina Española de Cambio Climático.

Junto a la presentación del informe de progreso, la Ministra ha propuesto las líneas de trabajo para 2007, entre las que cobra especial importancia, el desarrollo del Programa Coordinado de Impactos Estado-Comunidades Autónomas en, al menos, tres sectores socioeconómicos: agricultura, salud y turismo. Para el desarrollo de este trabajo conjunto se propone la firma de un Protocolo entre la Ministra y los Consejeros de Medio Ambiente, así como la constitución de un grupo de trabajo que, dependiente de la Comisión de Coordinación de Políticas de Cambio Climático, coordine los trabajos técnicos sobre la base, entre otras, de los resultados proporcionados por las áreas del Plan Nacional de Adaptación en las que ya se han producido avances.

PROYECCIONES CLIMÁTICAS
Entre los resultados del primer programa de trabajo del Plan Nacional de Adaptación destaca, por su valor transversal, la presentación de los escenarios climáticos regionalizados para España.

La Ministra de Medio Ambiente ha presentado ante el Consejo Nacional del Clima un Informe sobre Escenarios Climáticos Regionalizados para España. El Instituto Nacional de Meteorología (INM) ha sido el organismo encargado de coordinar la elaboración de este documento, en el que han participado un importante conjunto de académicos expertos.

Los primeros datos que se desprenden indican que a lo largo del siglo XXI, los incrementos de temperatura previsto para España se sitúan aproximadamente en el doble de lo que recientemente Naciones Unidas ha estimado para la temperatura media del planeta.

Se puede afirmar con un alto grado de probabilidad que para el último tercio del siglo XXI (periodo 2071-2100) las temperaturas máximas experimentarán en promedio anual un aumento de entre 5º y 8º grados en las regiones interiores de la península ibérica para el escenario de emisión SRES A2 (emisiones altas), siendo este aumento más atemperado en las regiones próximas al litoral.

Las temperaturas mínimas experimentarán aumentos ligeramente menores. Sin embargo este aumento de las temperaturas, tanto máximas como mínimas, no es uniforme a lo largo del año mostrando los mayores cambios en los meses veraniegos y los menores en los meses invernales. Un escenario de emisiones más respetuoso con el medio ambiente, como el SRES B2, rebajaría alrededor de 2ºC estas proyecciones para las temperaturas máximas.

El comportamiento de la precipitación, tanto en términos de medias anuales como de su distribución mensual, es más incierto y muestra una gran dependencia de las fuentes de datos. La tendencia no es tan consistente como en el caso de la temperatura, sin embargo todas las proyecciones apuntan a una reducción de la precipitación en la mitad sur de la Península Ibérica de hasta el 40%. Muchos modelos indican también una reducción más pequeña en la mitad norte, pero para esta zona la proyección no es tan robusta al haber discrepancias entre los diferentes modelos y métodos de regionalización.

Segunda fase

Para el Informe presentado se han utilizado fundamentalmente las técnicas ya desarrolladas y las bases de datos actualmente existentes. Se ha hecho uso de resultados provenientes de los proyectos del 5º Programa Marco de la Unión Europea relacionados con modelización climática, regionalización dinámica y estadística y estimación de extremos. Para la realización de esta primera fase el INM ha contado, aparte de sus propios recursos, con la colaboración de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Fundación para la Investigación del Clima (FIC).

En una segunda fase se procederá a desarrollar nuevos métodos, fundamentalmente relacionados con la regionalización dinámica, y a formar un grupo de trabajo en el INM en modelización climática que permita a medio plazo desarrollar metodologías específicamente adaptadas a las características de nuestra área de interés. En la segunda fase asimismo se intentará incorporar a los grupos universitarios nacionales que trabajan en este campo, ya que su experiencia de trabajo y los resultados por ellos obtenidos hasta el momento, son de indudable interés para alcanzar los objetivos del proyecto.

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