Con la participación de integrantes de la coordinación de Medio Ambiente de la Municipalidad de Trelew, se llevó adelante en la mañana del sábado una charla informativa que brindó el doctor Alberto Barlocci, Director de la revista mensual Ciudad Nueva, sobre “Cambio climático y necesidad de un nuevo modelo de desarrollo”.
“Siento un deber como comunicador que debemos hacernos cargo ante la sociedad civil de algunos fenómenos que son importantes para nuestra civilización”, definió el doctor Alberto Berlocci, el motivo de su presencia en Trelew para dictar una serie de charlas sobre el cambio climático.
Agregó que su interés se vio incrementado por la poca repercusión mediática que tuvo y el poco interés que despertó en la dirigencia política, un informe de cambio climático presentado en enero en la Organización de Naciones Unidas, “ahí consideré que podía aportar mi grano de arena”, confesó.
Problema muy serio
Para llegar a esta clasificación, Berlocci evaluó ciertos datos; como los de que los científicos autores del informe mencionado consideran que el 90% del cambio climático se debe a la acción humana, y que los cambios se han acelerado en relación con las proyecciones que habían hecho de hace cinco años atrás. Concretamente, a lo largo del siglo tendremos un aumento de la temperatura entre 1,8 y 4 grados, con consecuencias como la desaparición del 80% de las barreras coralinas del planeta, derretimiento de los hielos de los casquetes polares y nieves de las altas cumbres, volverán a aparecer enfermedades ya desaparecidas como la malaria en Europa y el dengue en América (“Los paraguayos acaban de admitir que la situación del dengue en ese país está fuera de control y en Argentina hacía 50 años que no teníamos casos de dengue”), con 2 grados más de temperatura perderemos entre el 10 y el 30% de las cosechas del planeta, el número de personas con problemas de abastecimiento de agua pasará de 800 a 1.000 millones con dos grados más de temperatura.
Cambios que ya están
Recordó que “ya tenemos veranos más tórridos, huracanes y tornados más frecuentes, inviernos menos fríos con picos de bajas temperaturas sorpresivos y extremos”, pero que igual los hubiéramos tenido “si en los años 50 se habría reducido la emisión de gases responsables de estos efectos, pero con la diferencia que, esos efectos, estarían estabilizados. Sin embargo de los años 50 para acá, hemos aumentado la emisión de esos gases nocivos”.
Barlocci argumentó entonces que “deberemos acostumbrarnos a convivir con esos efectos porque los científicos anunciaron que estos efectos durarán 1.000 años, pero debemos modificar nuestro estilo de vida -para disminuir la contaminación-, cambiando nuestro modelo de desarrollo”.
Otra denuncia que realiza el doctor Barlocci es la de las próximas inversiones de Estados Unidos (720.000 millones de dólares), China (45.000 millones), Rusia que se queja ante la OTAN por la ubicación de una barrera antimisil, Inglaterra que renovará su arsenal nuclear “preparándose para futuras acciones bélicas que muy probablemente tengan como motivo la posesión y utilización de los recursos hídricos”.
Soluciones
“Nuestra idea de desarrollo no está vinculada con el medio ambiente y eso debe cambiar”, exhorta. “Porque es lindo cosechar 90 millones de toneladas de granos, pero no tenemos en cuenta la contaminación que producirán los 4,5 millones de viajes de camiones que la trasladarán a razón de 40 toneladas por viaje. Entonces, ¿por qué no hacerlo con trenes eléctricos? Hay decisiones políticas que deben revertir esta irracionalidad en la que estamos”, expuso.
Enumeró una serie de medidas políticas que se podrían tomar, como colectivos eléctricos, motores a explosión de mayor rendimiento, “¿en vez de gastar 5.000 millones de pesos en descontaminar el Riachuelo no sería mejor construir 100 hospitales de alta complejidad de 50 millones cada uno? Debemos hacer para el futuro como no lo hicieron nuestros abuelos para nosotros”, se quejó.
Para el final dejó una idea que asusta. El Gobierno británico le encargó al economista del Banco Mundial, Nicholas Stern, que haga un estudio del costo del cambio climático. “El panorama que presentó Stern es tétrico porque va a costarnos como la Segunda Guerra Mundial, ya que producirá una merma del PBI global entre el 5 y el 20%, que para nuestro país sería algo similar a la ocurrida en el 2001”, terminó.
“Siento un deber como comunicador que debemos hacernos cargo ante la sociedad civil de algunos fenómenos que son importantes para nuestra civilización”, definió el doctor Alberto Berlocci, el motivo de su presencia en Trelew para dictar una serie de charlas sobre el cambio climático.
Agregó que su interés se vio incrementado por la poca repercusión mediática que tuvo y el poco interés que despertó en la dirigencia política, un informe de cambio climático presentado en enero en la Organización de Naciones Unidas, “ahí consideré que podía aportar mi grano de arena”, confesó.
Problema muy serio
Para llegar a esta clasificación, Berlocci evaluó ciertos datos; como los de que los científicos autores del informe mencionado consideran que el 90% del cambio climático se debe a la acción humana, y que los cambios se han acelerado en relación con las proyecciones que habían hecho de hace cinco años atrás. Concretamente, a lo largo del siglo tendremos un aumento de la temperatura entre 1,8 y 4 grados, con consecuencias como la desaparición del 80% de las barreras coralinas del planeta, derretimiento de los hielos de los casquetes polares y nieves de las altas cumbres, volverán a aparecer enfermedades ya desaparecidas como la malaria en Europa y el dengue en América (“Los paraguayos acaban de admitir que la situación del dengue en ese país está fuera de control y en Argentina hacía 50 años que no teníamos casos de dengue”), con 2 grados más de temperatura perderemos entre el 10 y el 30% de las cosechas del planeta, el número de personas con problemas de abastecimiento de agua pasará de 800 a 1.000 millones con dos grados más de temperatura.
Cambios que ya están
Recordó que “ya tenemos veranos más tórridos, huracanes y tornados más frecuentes, inviernos menos fríos con picos de bajas temperaturas sorpresivos y extremos”, pero que igual los hubiéramos tenido “si en los años 50 se habría reducido la emisión de gases responsables de estos efectos, pero con la diferencia que, esos efectos, estarían estabilizados. Sin embargo de los años 50 para acá, hemos aumentado la emisión de esos gases nocivos”.
Barlocci argumentó entonces que “deberemos acostumbrarnos a convivir con esos efectos porque los científicos anunciaron que estos efectos durarán 1.000 años, pero debemos modificar nuestro estilo de vida -para disminuir la contaminación-, cambiando nuestro modelo de desarrollo”.
Otra denuncia que realiza el doctor Barlocci es la de las próximas inversiones de Estados Unidos (720.000 millones de dólares), China (45.000 millones), Rusia que se queja ante la OTAN por la ubicación de una barrera antimisil, Inglaterra que renovará su arsenal nuclear “preparándose para futuras acciones bélicas que muy probablemente tengan como motivo la posesión y utilización de los recursos hídricos”.
Soluciones
“Nuestra idea de desarrollo no está vinculada con el medio ambiente y eso debe cambiar”, exhorta. “Porque es lindo cosechar 90 millones de toneladas de granos, pero no tenemos en cuenta la contaminación que producirán los 4,5 millones de viajes de camiones que la trasladarán a razón de 40 toneladas por viaje. Entonces, ¿por qué no hacerlo con trenes eléctricos? Hay decisiones políticas que deben revertir esta irracionalidad en la que estamos”, expuso.
Enumeró una serie de medidas políticas que se podrían tomar, como colectivos eléctricos, motores a explosión de mayor rendimiento, “¿en vez de gastar 5.000 millones de pesos en descontaminar el Riachuelo no sería mejor construir 100 hospitales de alta complejidad de 50 millones cada uno? Debemos hacer para el futuro como no lo hicieron nuestros abuelos para nosotros”, se quejó.
Para el final dejó una idea que asusta. El Gobierno británico le encargó al economista del Banco Mundial, Nicholas Stern, que haga un estudio del costo del cambio climático. “El panorama que presentó Stern es tétrico porque va a costarnos como la Segunda Guerra Mundial, ya que producirá una merma del PBI global entre el 5 y el 20%, que para nuestro país sería algo similar a la ocurrida en el 2001”, terminó.
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