El costo del calentamiento global sobre la economía mundial podría ser superior al del crack bursátil de 1929 y al de las dos guerras mundiales, según un estudio encargado hace un año por el Ministerio de Economía británico.
Este dato, que se va comprobando de a poco en el daño que sufren las empresas afectadas por el cambio climático (tsunami en Indonesia, huracán Katrina en EEUU, ciclones en Europa en estos momentos, etc...), no pasa desapercibido para los mercados de capitales, donde los inversores empiezan a buscar acciones de compañías que puedan sacar más provecho de la situación actual.
De hecho, el banco de inversión Merrill Lynch lanzó un índice de energías renovables (selecciona a las 22 empresas con más potencial entre biocombustibles, energía solar y eólica), y medido desde 2002, el indicador ganó un 216%, superando al MSCI World Energy Index, que en el mismo lapso se incrementó un 120% (ver infografía).
Pero también se comienza a pensar en el riesgo de conservar colocaciones en empresas que vean caer su valor de capitalización por una mala estrategia corporativa o por pertenecer a un sector de actividad que va a sufrir más el impacto de este cambio climático.
Impacto
El informe elaborado para el gobierno británico sostuvo que la humanidad deberá gastar el 1% del PBI mundial (unos u$s356.000 millones) en los próximos años para atemperar este cambio climático. Si no se toman medidas pronto, el costo puede multiplicarse entre 5 y 20 veces una vez que el problema se agrave.
“El hecho de que los gobiernos y la sociedad estén más preocupados por el medio ambiente tiene un impacto directo en los mercados de acciones. El ganador claro es evidente: la industria de fuentes de energía renovables”, sostuvo Jerôme Shupp, analista de Banque Syz, en una entrevista realizada por el diario español Cinco Días.
Potencial
En ese sentido, compañías que sepan posicionarse y sacar provecho de los cambios que se perciben en el clima son las que tendrán el mayor potencial de crecimiento en su valor en los próximos años.
Los especialistas ya han descubierto a las actuales “estrellas” de este nuevo y prometedor mercado:
- Productoras de biocombustibles (agroindustriales como Cargill, Monsanto, Louis Dreyfus, y petroleras como British Petroleum o Repsol, que comienzan a diversificar su modelo de negocios).
- Productoras de energía eólica (como la española Acciona o la danesa Vestas Wind y la alemana Conergy ), solar (como las alemanas Q-Cells y Solarworld ) y nuclear (cuyas representantes son las francesas Areva y Alstom en la fabricación de componentes, y las alemanas E.On y RWE y la estadounidense Entergy en la distribución eléctrica), todas alternativas al petróleo y mucho menos contaminantes.
- Distribuidoras de agua potable (las líderes son las francesas Suez, ex concesionaria de Aguas Argentinas y Veolia, ex Vivendi).
- Embotelladoras de agua mineral (las principales en el mundo son la francesa Danone y la suiza Nestlé ).
Perdedores
En la otra vereda, las empresas que más van a sufrir el cambio climático se encuentran entre las que hacen un uso intensivo del dióxido de carbono:
- Cementeras
- Petroleras
- Gasísticas
- Mineras
- Compañías aéreas y fabricantes de aviones
- Automotrices
- Metalúrgicas
- Siderúrgicas
Incentivos
“A medida que el cambio climático se convierte en una prioridad clave para los gobiernos a lo largo y ancho del mundo, se están desarrollando más y más incentivos para impulsar el cambio desde los combustibles fósiles hacia las energías renovables”, sostiene un informe de la consultora Mellon Global Investments, citado por el medio español.
En los últimos 12 meses, más de 70 salidas a bolsa en el mercado financiero de Londres fueron de empresas especializadas en energías renovables. Y muchas empresas han tenido subas en el valor de sus acciones que dan la pauta de que muchos inversores están entrando al mercado del medio ambiente:
- Vestas Wind ganó un 142% durante el año pasado.
- Acciona subió un 47%.
- Conergy ganó un 41%.
- Solarworld un 33%.
- Suez ganó un 112% desde el año 2004 y Veolia un 115%.
- Danone ganó un 75% y Nestlé un 46% desde 2004.
Argentina
Los especialistas consultados coincidieron en afirmar que los inversores argentinos “están en pañales” en materia de acciones y cambio climático. Desde Silver Cloud Advisors, Germán Bertossa afirmó que “nadie nos hizo consultas sobre cómo invertir para aprovechar el cambio climático. Es como que la gente no está compenetrada con el tema acá”.
En la misma línea opinó Juan Diedrichs, de Capital Markets Argentina: “creo que la gente está tomando un poco conciencia a raíz del conflicto por las pasteras y Gualeguaychú. Estamos en el estado inicial de tomar conciencia, pero de ahí a que se evalúe como estrategia inversora, falta bastante. De todas formas, desde el lado empresarial ya se ven algunas empresas que evalúan los bonos de carbono”.
Si bien todavía no hay ninguna empresa que cotice en la Bolsa de Comercio con el foco comercial puesto en alguno de estos sectores exclusivamente, Diedrichs comentó el hecho de que “Molinos ya hizo una modificación en el objeto social incluyendo la producción de biocombustibles. Y por otro lado, está Ledesma que, con el tema del azúcar y toda la infraestructura que tiene, podría posicionarse en el mercado de biocombustibles”.
Pero tampoco habría que perder de vista a empresas como Repsol, que ya anunció la construcción de una planta productora de biocombustibles, y algunas agropecuarias como Cresud, que se puede posicionar muy bien en el mismo negocio.
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