Un grupo de investigadores de la Polytechnic University de Nueva York ha desarrollado un novedoso tipo de bioplástico que se obtiene a partir de aceites vegetales que se puede transformar en biodiésel. El proceso permite obtener bioplástico para aplicaciones industriales que, tras depositarse en contenedores una vez usado, se transforma en biodiésel.
Además, el bioplástico es beneficioso para uso convencional porque tiene mejores propiedades de resistencia y duración que los polietilenos convencionales.
La investigación forma parte de un proyecto financiado en parte por diversas Administraciones públicas y que cuenta con aportaciones del Departamento de Defensa americano --1,7 millones de euros-- y de la empresa tecnológica 'DNA 2.0' que es la autora del proceso por el que se obtienen enzimas para descomponer el plástico.
El interés del ejército en este sistema viene dado por la necesidad de reciclar, de esta manera, el plástico obtenido y transformarlo, además, en carburante para sus vehículos de transporte.
Este grupo de científicos ha tratado de desarrollar una nueva fuente de energía sostenible, un tipo de plástico que pueda servir después de su vida útil como combustible limpio. Con la aportación económica del Departamento de Defensa norteamericano (DARPA) la idea es avanzar en el desarrollo de esta tecnología innovadora para transferirla al sector industrial. Su comercialización conducirá además a la consecución de una nueva fuente de energía 'verde' para los hogares de todo el mundo.
Según el Profesor Richard Gross, director del Centro Politécnico de la National Science Foundation University (NSF) y miembro de la empresa 'DNA 2.0', 'hemos demostrado que podíamos hacer un nuevo tipo de plástico a partir de aceites de plantas que tiene características notables, como la mayor resistencia y durabilidad que los plásticos típicos'. Además, después de su uso, este bioplástico se puede colocar en un envase simple donde se transforme con seguridad en combustible líquido.
Además, la posibilidad de obtener después biodiesel interesa al Departamento de Defensa porque utiliza un gran cantidad de plástico para envoltorios de materiales en los campos de entrenamiento, que podrá reciclar después para llenar los depósitos de su flota de vehículos, 'una ventaja doble, ya que reducirá la cantidad de residuos que genere y la cantidad de combustible que debe entregar a sus unidades móviles', explica por su parte el responsable del Programa en el Departamento de Defensa, Khine Latt.
La próxima fase de la investigación exigirá el desarrollo de un proceso más barato y eficiente de fabricación del bioplástico y su posterior transformación en biodiesel. Esta forma de generación de biodiesel es un paso 'muy importante' en el desarrollo de tecnologías 'verdes' y reducción de residuos tóxicos.
Además, el bioplástico es beneficioso para uso convencional porque tiene mejores propiedades de resistencia y duración que los polietilenos convencionales.
La investigación forma parte de un proyecto financiado en parte por diversas Administraciones públicas y que cuenta con aportaciones del Departamento de Defensa americano --1,7 millones de euros-- y de la empresa tecnológica 'DNA 2.0' que es la autora del proceso por el que se obtienen enzimas para descomponer el plástico.
El interés del ejército en este sistema viene dado por la necesidad de reciclar, de esta manera, el plástico obtenido y transformarlo, además, en carburante para sus vehículos de transporte.
Este grupo de científicos ha tratado de desarrollar una nueva fuente de energía sostenible, un tipo de plástico que pueda servir después de su vida útil como combustible limpio. Con la aportación económica del Departamento de Defensa norteamericano (DARPA) la idea es avanzar en el desarrollo de esta tecnología innovadora para transferirla al sector industrial. Su comercialización conducirá además a la consecución de una nueva fuente de energía 'verde' para los hogares de todo el mundo.
Según el Profesor Richard Gross, director del Centro Politécnico de la National Science Foundation University (NSF) y miembro de la empresa 'DNA 2.0', 'hemos demostrado que podíamos hacer un nuevo tipo de plástico a partir de aceites de plantas que tiene características notables, como la mayor resistencia y durabilidad que los plásticos típicos'. Además, después de su uso, este bioplástico se puede colocar en un envase simple donde se transforme con seguridad en combustible líquido.
Además, la posibilidad de obtener después biodiesel interesa al Departamento de Defensa porque utiliza un gran cantidad de plástico para envoltorios de materiales en los campos de entrenamiento, que podrá reciclar después para llenar los depósitos de su flota de vehículos, 'una ventaja doble, ya que reducirá la cantidad de residuos que genere y la cantidad de combustible que debe entregar a sus unidades móviles', explica por su parte el responsable del Programa en el Departamento de Defensa, Khine Latt.
La próxima fase de la investigación exigirá el desarrollo de un proceso más barato y eficiente de fabricación del bioplástico y su posterior transformación en biodiesel. Esta forma de generación de biodiesel es un paso 'muy importante' en el desarrollo de tecnologías 'verdes' y reducción de residuos tóxicos.
0 comments:
Publicar un comentario