El Informe Stern (Stern Review on the Economics of Climate Change), es un estudio sobre el impacto del cambio climático y el calentamiento global en la economía Mundial. El informe fue coordinado por un economista inglés de renombre llamado Nicholas Stern, en principio sus opiniones tienden a una interpretación más económica que climática, lo que lo hace único en su género. El mismo fue realizado por encargo del gobierno del Reino Unido.
El cambio climático es un fenómeno generado por el efecto de los gases de efecto de invernadero -GEI-, lo que está provocando un calentamiento global. Según el informe, si no se toman medidas para reducir las emisiones de GEI en la atmósfera podría alcanzar un aumento global de la temperatura de más de 2˚C y a más largo plazo podría ser un aumento de 5˚C.
Se estima en el informe que los costos globales y los riesgos del cambio climático equivaldrán a la pérdida de al menos un 5 por ciento del PIB global, ahora y siempre. “Teniendo en cuenta una mayor diversidad de riesgos e impactos, las estimaciones de los daños podrían alcanzar un 20 por ciento”. Es evidente que todos los países serán afectados pero los más vulnerables serán los países con poblaciones más pobres, aunque sean los menos han contribuido al cambio climático. Pero los efectos más tangibles afectarán el acceso al agua, la producción de alimentos, la sanidad y el medio ambiente.
En principio, los impactos directos en nuestro país serían épocas largas de sequía, combinadas con aumento del volumen e intensidad de las lluvias, además de las inundaciones en las principales poblaciones costeras por aumento del nivel del mar. Pero esos efectos tendrán un impacto mayor si las condiciones locales no cambian, y algunas acciones podrían disminuir los riesgos, como por ejemplo, los sistemas de alerta temprana, el monitoreo climático para atender a las poblaciones en zonas semiáridas, la conservación de los suelos en zonas de ladera, en conclusión una estrategia de conservación y manejo de los recursos naturales renovables, con un aumento de la inversión pública en esos temas de Q350 millones (2005) a Q2 mil millones en los próximos diez años, estas cifras basadas en el Perfil Ambiental 2004, que el Instituto de Incidencia Ambiental realizó en colaboración la Universidad Rafael Landívar. Y por su puesto una inversión complementaria del sector productivo.
Por último, desde ya podemos empezar por un uso más eficiente del agua en nuestros hogares, con colaborar con todos las iniciativas de barrio de conservación de recursos, una participación más activa en nuestro municipio en las actividades ambientales; y por supuesto, por un pago aplicado de nuestros impuestos para que el gobierno central pueda invertir mayores recursos en el tema recursos naturales y ambiente.
ElPeriodico
El cambio climático es un fenómeno generado por el efecto de los gases de efecto de invernadero -GEI-, lo que está provocando un calentamiento global. Según el informe, si no se toman medidas para reducir las emisiones de GEI en la atmósfera podría alcanzar un aumento global de la temperatura de más de 2˚C y a más largo plazo podría ser un aumento de 5˚C.
Se estima en el informe que los costos globales y los riesgos del cambio climático equivaldrán a la pérdida de al menos un 5 por ciento del PIB global, ahora y siempre. “Teniendo en cuenta una mayor diversidad de riesgos e impactos, las estimaciones de los daños podrían alcanzar un 20 por ciento”. Es evidente que todos los países serán afectados pero los más vulnerables serán los países con poblaciones más pobres, aunque sean los menos han contribuido al cambio climático. Pero los efectos más tangibles afectarán el acceso al agua, la producción de alimentos, la sanidad y el medio ambiente.
En principio, los impactos directos en nuestro país serían épocas largas de sequía, combinadas con aumento del volumen e intensidad de las lluvias, además de las inundaciones en las principales poblaciones costeras por aumento del nivel del mar. Pero esos efectos tendrán un impacto mayor si las condiciones locales no cambian, y algunas acciones podrían disminuir los riesgos, como por ejemplo, los sistemas de alerta temprana, el monitoreo climático para atender a las poblaciones en zonas semiáridas, la conservación de los suelos en zonas de ladera, en conclusión una estrategia de conservación y manejo de los recursos naturales renovables, con un aumento de la inversión pública en esos temas de Q350 millones (2005) a Q2 mil millones en los próximos diez años, estas cifras basadas en el Perfil Ambiental 2004, que el Instituto de Incidencia Ambiental realizó en colaboración la Universidad Rafael Landívar. Y por su puesto una inversión complementaria del sector productivo.
Por último, desde ya podemos empezar por un uso más eficiente del agua en nuestros hogares, con colaborar con todos las iniciativas de barrio de conservación de recursos, una participación más activa en nuestro municipio en las actividades ambientales; y por supuesto, por un pago aplicado de nuestros impuestos para que el gobierno central pueda invertir mayores recursos en el tema recursos naturales y ambiente.
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