La Comisión propuso a los 27 estados miembros que recorten las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2020 en al menos un 20 por ciento respecto a 1990, con la posibilidad de llegar al 20 por ciento si se unen otros países desarrollados.
Los objetivos están incluidos en una nueva política energética que intentar impulsar las energías renovables, reducir el consumo y disminuir su dependencia de suministradores extranjeros de gas y petróleo, así como recortar el dominio de las energéticas.
La presentación se ha hecho en medio de la disputa comercial entre Rusia y Bielorrusia, que ha supuesto el corte de las exportaciones a Europa.
"Si esto se adoptara, sería con diferencia la política más ambiciosa hasta ahora, no sólo en Europa sino en el mundo," declaró en una rueda de prensa el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
Ahora el plan tiene que ser aprobado por los gobiernos y el Parlamento Europeo.
Los nuevos objetivos van mucho más allá del recorte del ocho por ciento para el periodo 2008-2012 que adoptaron 15 de los estados miembros antes de la ampliación del 2004 y que varios países están teniendo problemas para cumplir.
El órgano ejecutivo de la Unión ha dicho repetidamente que Estados Unidos -el mayor contaminador del mundo- y otras economías importantes tendrán que unirse para que la lucha contra el cambio climático tenga éxito.
"Necesitamos que Estados Unidos esté con nosotros," dijo Barroso, que esta semana se reunió con el presidente estadounidense, George W. Bush.
Funcionarios de la ONU dijeron que esta decisión comunitaria podría impulsar las paralizadas negociaciones sobre la lucha contra el calentamiento climático.
En cambio, los ecologistas dijeron que se queda corto.
"Los informes científicos muestran que simplemente no bastará que la UE reduzca las emisiones de CO2 en un 20 por ciento para el 2020 si queremos evitar el catastrófico cambio climático," aseguró Jan Kowalzig, de Friends of the Earth Europe.
En cambio, el grupo de presión empresarial europeo UNICE protestó que los objetivos son demasiado altos y que las empresas europeas se verán perjudicadas si otros países no aceptan imitar los recortes.
NUCLEAR Y RENOVABLES
El informe de la Comisión también señaló que el cierre de las centrales nucleares hará más difícil cumplir con el recorte de los gases de efecto invernadero.
Además, propone que el 20 por ciento de la energía europea provenga de energías renovables para el 2020 -comparado con el actual objetivo del 12 por ciento en el 2012 que los 27 países del bloque probablemente no van a cumplir- y que los biocombustibles supongan al menos el 10 por ciento de los que usen los vehículos para el 2020.
En una de las decisiones más polémicas, el presidente de la Comisión, propuso que los sectores de generación y distribución de las compañías energéticas se separen, para introducir más competitividad, pero dada la oposición alemana y francesa, probablemente acabe sugiriendo que entreguen la gestión de las redes aunque retengan la propiedad.
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